La iniciativa de reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) para reducir la jornada laboral en México ha tomado protagonismo en la agenda pública y legislativa. El planteamiento central es disminuir gradualmente la jornada máxima de 48 a 40 horas semanales, con el objetivo de mejorar el bienestar de las personas trabajadoras, fortalecer la conciliación entre la vida personal y laboral y alinear al país con estándares laborales globales.
Sin embargo, cuando se analiza el texto normativo propuesto, surge una pregunta clave para empleadores y para el área de recursos humanos: ¿Implica esto dos días de descanso obligatorio cada semana?
📌 ¿Qué propone la iniciativa de reforma?
De acuerdo con el proyecto presentado por el Ejecutivo federal:
- Se establecería constitucionalmente una jornada máxima de 40 horas semanales, promoviendo que las personas trabajadoras tengan mayor tiempo libre sin afectar su salario o prestaciones.
- La reducción ocurriría de forma gradual hasta 2030, comenzando alrededor de 2026-2027 y reduciendo dos horas por año.
- Se mantienen límites diarios de horas y se refuerzan las reglas sobre horas extraordinarias.
📌 Importante: la iniciativa, hasta ahora, no contiene una disposición específica que garantice dos días de descanso obligatorio por semana en todos los casos.
🤔 La expectativa social: una semana de 5 días (40 h) y dos días libres
Desde que se planteó el debate, muchos trabajadores, sindicatos y ciudadanos entendieron que una semana de 40 horas debería implicar trabajar 8 horas al día durante cinco días y tener sábado y domingo libres. Esta expectativa ha sido reforzada por:
- Narrativas sobre bienestar y calidad de vida.
- Experiencias de otros países donde la reducción implicó semanas de 5 días.
- La percepción pública de mayor tiempo libre.
Sin embargo, la ley propuesta aún no materializa esa lógica de forma explícita en el articulado legal.
📜 El texto legal actual propuesto y el descanso semanal
El proyecto conserva el fundamento que, por cada seis días de trabajo, las personas trabajadoras deberán disfrutar por lo menos un día de descanso con goce de salario íntegro.
Esto significa que, jurídicamente, sigue siendo posible organizar la jornada en seis días de trabajo siempre que no exceda las 40 horas, sin imponer un segundo día de descanso obligatorio legal.
📊 ¿Qué implica esto para empresas, contadores y directivos?
1. Planificación operativa y de nómina
Los departamentos de recursos humanos y contabilidad deben prepararse para escenarios diversos:
- Podría mantenerse un esquema de 6 días laborales con jornadas más cortas.
- O podría optarse voluntariamente por una semana de 5 días al negociar con los trabajadores.
No existe aún una obligación legal que defina un segundo descanso semanal.
2. Costos laborales y cumplimiento
Aunque la reducción de horas no debería implicar reducción salarial, la transición operativa sí puede impactar costos, especialmente si se decide otorgar dos días libres como política de empresa. Contar con modelos de cálculo de nómina flexible y sistemas de control de asistencia será clave.
3. Negociación colectiva y contratos
El segundo día de descanso, si se adopta como práctica, tendrá que pactarse vía contrato individual o colectivo, lo que abre campo para negociaciones y acuerdos dentro de cada empresa o sector.
⚖️ La brecha entre promesa política y realidad jurídica
Existe una tensión clara entre:
- La narrativa pública, que asocia “40 horas” con “semana de cinco días” y más tiempo libre, y
- El texto de la iniciativa tal como está redactado, que no obliga legalmente a otorgar dos días de descanso.
La exposición de motivos no tiene fuerza normativa por sí misma, por lo que solo el articulado modifica derechos y obligaciones.
Esto puede generar incertidumbre operativa y conflicto interpretativo hasta que:
- El legislador aclare explícitamente en el texto legal,
- La autoridad laboral emita criterios de interpretación,
- O se publique regulación secundaria y guías claras para su aplicación.
🧠 Consecuencias prácticas para tu empresa
Si no se atiende esta brecha, podrías enfrentar:
- Expectativas laborales no cumplidas.
- Disparidades internas si algunas áreas adoptan 5 días y otras 6.
- Retos de fiscalización al no existir un rediseño claro del descanso semanal.
- Mayor carga administrativa por negociaciones contractuales diferenciadas.
📈 Recomendaciones para contadores y administradores
- Evalúa modelos de jornada (5×8, 6×6.7, escalados, etc.) y su impacto en costos.
- Adecúa contratos y reglamentos internos anticipando posibles cambios.
- Establece sistemas de control de asistencia y horas trabajadas compatibles con esquemas flexibles.
- Comunica claramente con tu equipo para evitar expectativas erróneas.
- Consulta especializada para prevenir sanciones o conflictos laborales.
💼 Conclusión
La reforma hacia una jornada laboral máxima de 40 horas es un avance importante en el debate laboral mexicano y puede impulsar mejoras en el balance vida–trabajo. Sin embargo, no garantiza jurídicamente dos días de descanso semanal obligatorio en todos los casos, lo que deja a trabajadores y empleadores frente a un escenario de interpretación y negociación.
Para contadores, empresarios y gerentes, esto representa un reto de planeación estratégica y cumplimiento que requiere análisis detallado de políticas internas, estructuras de nómina y sistemas de registro laboral para asegurar una implementación efectiva.
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